Nuevos blogs de Santiago de Cuba

Santiago de Cuba tiene nuevos blogs 2en1 y 2paratodos

.

.
de la alpinia y otras malas hierbas

sábado, 16 de enero de 2010

Los cocineros que asaltaron el Moncada.

Años atrás, hubo en Santiago de Cuba un amanecer de la Santa Ana diferente. Aún cuando en las calles se respiraba la alegría del carnaval, el olor de la cerveza y de las fiestas, el ambiente tenía un toque distintivo que hacía la mañana del 26 de julio, un amanecer único.
Desde los primeros albores, corría por la ciudad el rumor de que unos cocineros habían asaltado el cuartel más importante de nuestra ciudad: el Moncada.
Pero esta historia comienza un año atrás, en 1952, cuando un grupo de jóvenes, 17 parejas en total, decidieron que al año siguiente se disfrazarían todos iguales. Pero por esos azares que tiene la historia y que entrecruza los destinos de las personas, se vincularía este suceso aparentemente inocente, con uno de los acontecimientos más importante ocurridos en nuestra ciudad.
El grupo de cocineros irrumpió alegremente en la calle Trocha, causando gran impresión debido a la uniformidad de sus carnavalescos atuendos: hombres vestidos con pantalones y camisas blancas hechos de sacos de harina, semejante a los cocineros, y mujeres disfrazadas de sirvientas, con vestidos negros, delantales blancos y cofias en las cabezas. Así vestían los protagonistas de esta historia.
Disfrutar de la fiesta popular, tomarse una cerveza fría, bailar al compás de un grupo musical y terminar la velada en el Cabaret San Pedro del Mar, era el plan para esa noche. Y así sucedió, todo comenzó y terminó según lo planeado. O al menos eso pensaban ellos.
Lo que ninguno podía suponer era que los disfraces de cocineros estarían vinculados a uno de los hechos más importantes de la historia de Cuba: el asalto a la segunda fortaleza militar del país.
Hasta este momento, usted podría decir que esto es fruto de la casualidad, o quizás de esa capacidad que tenemos los cubanos de fabular los hechos. Pero el destino, el sabio destino y nadie tan antiguo como él, no lo quiso así.
Pepé Vázquez, uno de los cocineros y supuesto asaltante, era el dueño de Villa Blanca, conocida así por los antiguos dueños, y posteriormente bautizada por la historia como la Granjita Siboney.
Cuando conoció de los sucesos del Moncada, y que los jóvenes provenían de su casa de verano, provocó un gran susto en él y en su familia. Pero esto no termina aquí, cuando vinieron a buscarlo a su casa y lo arrestaron, fue muchísimo peor.
¿Y piensa que aquí termina la historia? Pues sepa que no, aún otras cosas debían sucederle a la familia. Aún otras casualidades les tenía preparado el destino.
Horas después de la detención de Pepé Vázquez, el teléfono de su casa no descansaba, la lluvia de llamadas informaban lo mismo: en la calle las personas aseguraban que habían sido los más de treinta cocineros los que habían asaltado el Cuartel Moncada.
Y ahora sí que no quedaba lugar a dudas: habían relacionado a Pepe Vázquez, dueño de la Granjita Siboney y uno de los cocineros de nuestra historia, con uno de los asaltantes. Días después todo se aclaró, fue el propio Fidel Castro quién exoneró a Pepe Vázquez y su familia de toda relación con la acción militar.
Quizás en una historia diferente, en otro tiempo, en otro lugar, con otros protagonistas, esta anécdota no hubiese sido algo más que un cuento para nietos, un cuento para reír. Pero en Cuba, antes de 1959, por casualidades más inocentes se llenaban listas de personas asesinadas.
Entonces es válido imaginar el horror que vivieron unas personas que por las eventualidades que tiene la vida, un grupo de personas, inocentemente, se vieron vinculados a un hecho de nuestra historia.
Años después, cuando se acerca la fecha, recuerdan el hecho con cierta risa de complicidad aquella mañana de la Santa Ana.
Así termina una historia de personas comunes, hombres y mujeres que por los azares del tiempo se relacionaron con el asalto al Cuartel Moncada, un hecho importante de la historia de Cuba y que marcó el curso definitivo del triunfo de nuestro proceso revolucionario.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

es un detalle que demuestra que de las historias viejas y harto conocidas,aún quedan cosas por saber.
Muy interesante

Publicar un comentario